San Carlos, California Un presupuesto es un estimado de tus gastos e ingresos durante un período de tiempo. Te deja saber cuánto dinero tienes, cuánto hay que ahorrar o invertir, y cuánto se puede gastar. Al tener información más completa sobre tus egresos, tendrás mejor idea sobre cómo alocar tus fondos y deudas de manera más eficiente – por ejemplo, con la consolidación de deudas o mediante inversiones. A nivel individual y familiar, lo más común es crear un presupuesto con ingresos y gastos mensuales, como los comestibles, la renta, el internet y los servicios públicos.
Creando tu presupuesto
Pues, ¿Cómo se crea un presupuesto? Primero, calcula tus ingresos netos – ósea, tu porción de ingresos que queda después de impuestos.
Por un mes, ve anotando tus gastos. Registra y categoriza todos tus egresos:
- Los desembolsos únicos (como comprando un televisor nuevo),
- Los gastos variables (como la gasolina, la factura de luz o la compra de alimentos)
- Los gastos fijos (como los pagos del alquiler o de la hipoteca)
Mantén separadas esas cifras.
Estar pendiente de tus gastos mensuales te dará una idea de dónde se están yendo tus ahorros, y de los cambios necesarios para afectar tu trayectoria financiera de manera controlada y eficaz. De ahí sabrás si te convendría solicitar préstamos para consolidar deudas, o trasladar tus fondos a una cuenta con mejor interés.
Si la idea te llevar un registro mensual de todos tus gastos te marea, existen aplicaciones que te ayudan creando y manteniendo tu presupuesto, incluso dejándote vincular tus tarjetas bancarias para anotar los gastos automáticamente. Si sueles a usar dinero en efectivo, dependerá de ti mantener un registro de lo que gastas.
Asignando tu presupuesto
Ya tienes una idea de tus gastos e ingresos. ¿Cómo se sabe si estás ahorrando lo suficiente? Eso varía según tus circunstancias particulares, pero sí existen algunas estrategias populares respecto a la asignación del presupuesto. Elija la estrategia que te parezca más convincente, o úsalas como ejemplos para la tuya:
- Según la regla 50/30/20 deberías designar el 50% de tus ingresos netos a necesidades y 20% a tus ahorros, y el 30% restante lo puedes gastar en deseos y caprichos.
- Con el método de sobres, usas sobres para agrupar tus gastos en sus categorías diferentes (gastos únicos, gastos variables, etcétera). A principio de cada mes, llena cada sobre con los fondos necesarios, y ve sacando dinero de su sobre correspondiente para cubrir los gastos asociados. Si un sobre queda vacío, ya no te quedan fondos para los gastos asociados: puedes ver cómo este método sirve como herramienta de autodisciplina para cumplir con el presupuesto.
- La estrategia del presupuesto base cero te tiene creando categorías para todos tus gastos, y asignándoles un porcentaje de tus gastos totales mensuales, con el fin de categorizar literalmente todo el dinero que estés gastando. En otras palabras, si le restas tus gastos y tus ahorros de tus ingresos netos, te quedas con cero.
Organizando tu presupuesto
Finalmente, elije cómo mantendrás tu presupuesto, usando una aplicación o con una hoja de cálculo. Las aplicaciones son útiles y simples, particularmente si no te prestas a anotar todos tus gastos. Sin embargo, el trabajo inherente a mantener una hoja de cálculo te dejará con mayor conocimiento de tus gastos.
Ambos métodos organizativos tienen sus ventajas – lo importante es elegir el que vayas a usar diligentemente. Independientemente de la estrategia que elijas, el saber hacer un presupuesto te brindará las herramientas necesarias para determinar tu futuro económico.
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